La ayuda en función de los resultados y la energía: ¿Qué hemos aprendido hasta ahora?

En el mundo hay casi 1400 millones de personas que viven sin acceso a la electricidad y aproximadamente 2700 millones usan combustibles de biomasa tradicionales para cocinar (OIE/PNUD/ONUDI, 2010). Un obstáculo para incrementar la provisión de energía eléctrica fiable a la gente pobre es su falta de recursos para solventar el costo de la conexión a la red eléctrica y a la del gas natural. La ayuda en función de los resultados (OBA, por sus sigla en inglés) —en que el pago de subsidios está vinculado a ciertos resultados predefinidos, como la correcta instalación de una conexión domiciliaria o de un sistema de energía solar para el uso doméstico— es una solución viable que ha permitido aumentar el acceso a la energía a más de 6800 millones de beneficiarios pobres.

Un estudio recientemente realizado por el Banco Mundial concluye que la OBA se puede adoptar en forma más generalizada cuando existen las condiciones propicias (Mumssen, Johannes y Kumar, 2010). En esta nota se analizan las lecciones aprendidas y las mejores prácticas para aplicar la OBA en el sector de energía.